lunes, 3 de septiembre de 2012

Jorge Camiroaga recuerda a su hijo: "Quisiera que Felipe perdure en la juventud"

SANTIAGO.- "No es el hijo que se accidentó y murió. Es el hijo que no está, que hace falta". Así recuerda Jorge Camiroaga a su hijo Felipe, a un año de la tragedia que le costó la vida al popular animador, y a otras 20 personas en Juan Fernández.

"Extraño su presencia, su compañía. Ese don que tenía, compartía y nos regalaba, el cariño que tenía de todo el mundo", agregó en una emotiva entrevista que le hiciera Julián Effebein y que emitió esta mañana "Buenos días a todos", durante el homenaje a los trabajadores de ese matinal que fallecieron en el accidente.

Sin embargo, el padre de Felipe Camiroaga aseguró estar tranquilo, ya que se preocupó de vivir adecuadamente el duelo. "Creí que iba a sufrir mucho más", afirma, y cuenta que siempre se preocupó de gozar a su hijo.

Hoy, lo sigue valorando desde ese ángulo, y recuerda el gran cariño que mutuamente se demostraban. Pero también se plegó a la perspectiva general sobre el animador. Desde ahí, aseguró que le gustaría que el recuerdo de su hijo viva en la gente más joven. "Quisiera que Felipe perdure en la juventud. Que vean que con perseverancia y trabajo, puedes llegar donde quieras".

En medio de la conversación, Jorge Camiroaga incluso se permitió contar una muy personal historia: "Me pasa algo muy curioso. Tiempo después del accidente vi a Felipe, lo vi durante 5 ó 6 segundos, no parado en el suelo, sino que en el aire, con una sonrisa y se reía. Eso me dejó muy tranquilo, porque sé que donde está, me está cuidando, mirando", explica.

Según dice, verlo de esa forma lo dejó tranquilo, ya que fue un mensaje en el que Felipe le aseguraba que se encontraba bien, y que siempre, desde el accidente, sintió una gran protección que no era "de este mundo".

Además, aseguró que siente un gran orgullo por el fallecido animador, no sólo por todo lo que logró en vida, sino también por el cariño que la gente sigue manifestándole, algo que aún le sorprende.

"Esa dimensión no la sospechaba. Las consecuencias de ese trabajo que hacia día a día, mira en lo que terminó: En el respeto mas grande de todos los chilenos", contó. "Me ha llamado mucho la atención que la gente que está enferma le pida salud a Felipe. No quiero que lo consideren un santo, porque no era un santo. Era un encanto, pero no un santo", dijo entre risas.

"Sin embargo, la gente le pide por la gente enferma. No quiero un santito en la familia, quiero que recuerden a mi hijo con el cariño que lo han hecho", agrega.

Al igual que gran parte de los familiares de las víctimas, Jorge Camiroaga prefirió no aventurarse con versiones sobre el accidente ni sobre eventuales responsabilidades, pero dijo que sí espera saber la verdad tras la caída del Casa 212, y que la palabra final al repecto la tomen los Tribunales de Justicia.

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